13. Feliz Año Nuevo

Yo no sé vosotros, pero despues de mi dilema de hace un mes sobre lo que iba a hacer en Nochevieja, ya tengo claro donde pienso ir esta noche. Ahora solo me queda adivinar el bar donde estaré.

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Tengo claro que primero habrá unas copillas en casa de un amigo y ya despues saldremos a algún bar, ¿pero a cual? Eso todavía está en el aire.

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Yo mientras he decidido correr esta tarde la San Silvestre, aunque ya estoy cansado solo de pensar que me quedan 7700m de recorrido por delante. Cuando acabe me tendrán que llevar a casa en ambulancia y a lo mejor consigo salir un ratito.

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Seguramente me quede para pocos trotes y con muy poca fuerza aunque sea para escribir unas líneas para felicitaros el Año Nuevo. Por eso aprovecho esta mañana que todavía puedo utilizar los dedos para deciros que paséis una buenísima noche con vuestras familias y amigos.

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Por supuesto no os atragantéis con las uvas, aunque desde que aumentaron los segundos entre campanada y campanada ya no es lo mismo. Y espero que no seáis de aquellos que les quitáis las pepitas, eso es lo peor que podéis hacer, le quitáis toda la gracias a la entrada del año.
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Pedir todo lo que queráis para el próximo año y pasarlo bien.

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¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

12. Derbi en el bar

No hay nada como ver un Barça-Madrid en un bar, sobretodo cuando gana mi equipo. Viendo la cara de algunos es cuando más disfruto. Han estado todo el partido gritando en mis oídos y como se lo toman tan a pecho tienen que salir del bar con las orejas bien gachas.
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Entras a un local en un día como el de ayer y te das cuenta de toda la clase de personajes que nos solemos reunir para ver el partido del siglo, que a este ritmo y a dos por año van a ser mínimo 200.
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Primero siempre estamos los del montón, los que nos unimos juntos en la barra con un buen taburete y con una cervecita tras otra como ayuda para comentar el partido con el más cercano y si es del mismo equipo que tú, mejor que mejor. Pero conforme pasan los minutos y comenzamos a hacer de árbitros nos peleamos hasta con nuestro mejor amigo.
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Luego siempre está el típico pesao que en vez de beber cerveza, se toma una copa detrás de otra y su tono de voz comienza a ser muy desagradable. Lo protesta todo, lo pita todo y siempre muy imparcial. No se suele callar ni cuando le mete un trago a su quinto cubata y termina por desquiciar a todos los allí presentes, e incluso a los de su mismo equipo.
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Luego suelen salir los típicos respondones al pesao de antes, porque suelen llevar también alguna copita de más pero por lo menos no chillan. Se dedican a sacar los trapos sucios del equpio contrario, todo para justificar lo que su club está haciendo en el campo esa noche. Suelen comentar las faltas que no le pitan a los suyos con las que no le pitaban al Madrid en el Bernabeu, son creen que son un pozo de sabiduría.

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Si además echas la vista a alguna de las mesas, seguro que te encuentras a las típicas parejitas que van a ver el partido del siglo con los novios y allí están ellas, conversando sin hacer ni caso a lo que las otras cien personas están viendo con gran pasión. Los novios como siempre mirando fijamente a la pantalla. Yo creo que es en ese momento cuando la parienta nos saca todo lo que quiere, “¿mañana nos vamos de compras?” Y nosotros para que no molesten más “sí, sí, por supuesto” y seguimos a lo nuestro, ya llegará mañana y discutiremos.

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Sin duda no hay nada como ver un derbi en el bar. Al final, como ayer ganamos con el golazo de la "Bestia" Batista todos tan contentos y el que no paró de gritar, se tuvo que marchar a su casa con la cabeza bien baja y seguramente hoy con una fuerte resaca.

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P.D. Feliz Nochebuena en familia y en compañía de los amigos.

11. Feliz Navidad

Hoy comienzan mis vacaciones. Ahora espero reponer fuerzas estas semanas y a la vuelta al trabajo volver con más fuerza y con renovadas motivaciones.
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Pero antes de irme debo hacer la felicitación oficial de la Navidad a aquellos que os pasáis por aquí a leerme, lo que espero es que participéis más y me deis ideas a lo largo de estas mini vacaciones, aunque no voy a dejar de escribir, que para eso siempre hay tiempo.
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Os adelanto que para estas fechas puede que publique un nuevo blog dedicado exclusivamente a la música, algo que me gusta mucho y no sé por qué no lo he hecho antes. Si alguien tiene una sugerencia para darle un nombre que no dude en proponerla. Eso será para el año nuevo, pero no os preocupéis que lo avisaré con su debido post de presentación.
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Mientras y como no se me ocurre ninguna manera original de felicitaros la Navidad, aprovecho que en la tele ponen una de mis series favoritas de nueva creación, "Gominolas", por lo frikis que son los personajes y con un recuerdo muy evocador a los míticos parchís. Os voy a dejar el vídeo del "gomivillancico" que el martes pasado estrenaron en la serie.
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Es una original creación del polifacético Guillermo Milkiwey, un auténtico crack que a mi me encanta desde que comenzó sus primeros pasos con "La Casa Azul", recordar el post que dediqué a su nuevo disco en puntatarima.
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No me queda nada más que decir que ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! y espero veros por ahí a algunos y tomarnos unas copas, jugar unos billares o preparando algún viaje.
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10. Cena de Empresa

Ya estamos cerca de las vacaciones. Apenas faltan dos días para empezar mis 15 días sin curro, aunque seguro que me buscaré otros entretenimientos para esos días y al final no descansaré... como siempre.

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Ahora son fechas para las cenas de empresas, con los amigos y las familiares. Me voy a quedar con las primeras para dedicarles unas líneas.

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Casi todos tenemos nuestra cena de trabajo y no sé a vosotros, pero a mi cada vez me gusta menos ir, supongo que será por el aburrimiento del año pasado.

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Poco a poco han ido pasando los años y cada cena ha ido menos.

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La primera fue una pedazo de fiesta, hasta las mil en buena compañía y así descubres el buen rollo que puedes tener con algún compañero. Pero conformen han ido pasando las cenas y comidas al final me han parecido más aburridas. El año pasado nos tragamos una hora y media de videos con fotos de los niños para ver el trabajo que realizamos.

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Y pienso yo, ¿no somos trabajadores? ¿Es qué no sabemos lo que hacemos? El caso es que entre el postre y la primera copa pasaron esos 90 eternos minutos y ya no hubo manera de recuperarse. Estaba bostezando desde el segundo montaje de fotos pero es que había que verlos todos no vaya a ser que uno de los centros se quedara sin poner el suyo. Había que ver la cara de algunos... toda un poema.
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Luego además te das cuenta de la clase de personajes que suelen acudir a estas cenas, comenzando por el jefe, que por muy enrollado que sea…¡es tú jefe! ¿Y que vas a hacer? ¿Tener que aguantarlo aunque no te pague más de lo estipulado por convenio? Pues que quieres que te diga, que eso no va en el sueldo y los primeros años todavía porque no era fijo, pero ahora mejor ni voy no vaya a ser que nos de a todos por pedir aumento de sueldo con una copita de más y terminen rompiendo mi contrato.
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Luego siempre te sorprendes con algún compañero, que siempre suele agarrase un buen pedo. De esta clase de personas te puedes encontrar a uno, dos e inlcuos tres y al principio parece gracioso ver como se les va dando color a su cara pero terminan siendo unos pesaos cuando llevan cuatro horas diciendo lo mismo.
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También puedes ver muy bien quienes son los pelotas. Ahí pegadicos al jefe contándole todas las batallitas de los trabajadores para tenerlo bien informado y si hace falta, alguno levanta la copa de sidra y hace un brindis por la empresa ¿y los trabajadores? Esos se les olvida nombrarlos aunque sean sus compañeros.
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Y por último están los del montón que ni fu ni fa. Suelen pasar desapercibidos y son la gran mayoría. Siguen al animador nocturno que hay en todas las empresas allá donde esté. Es el gracioso y chistoso de la mesa donde está y casi todos desean cenar junto a él e incluso puedes ver a alguno con el cuello torcido o levantándose entre plato y plato para poder saber que esta ocurriendo en la “mesa estrella”.
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Yo este año he decidido tomarme un descanso, así que me voy a evitar el ir de animador a una mesa y por si no hubiera un borrachín, tener que tomarme una copita de más para que no falte ningún tipo de personaje a la fiesta anual de la empresa.
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9. Calendario Solidario

Me voy a volver un poco solidario en este post, así que si pasas por aquí a leerme de casualidad pues quédate a leer un poquito y como estamos en Navidad, época de hacer calendarios con fines benéficos, pues a lo mejor vas y contribuyes en uno.

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Voy a empezar a explicarme para que entendáis este post y así tengan sentido mis palabras.

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El caso es que donde trabajo, AIDEMAR, es una Asociación para la Integración del Discapacitado de la comarca del Mar Menor y como las perras suelen escasear en estos sitios si no llegan subvenciones se ha decidido hacer un calendario, cómo el año anterior, para sacar unas perrillas.

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Este año les ha tocado el turno a los bebés de atención temprana y gracias a que el equipo de baloncesto de Murcia, el Polaris, ha participado, esto puede ser todo un éxito y poder así construir un centro nuevo, pues el que existe de A.T. se ha quedado pequeño, por desgracia.

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Esto quiere decir que siguen naciendo niños con trastornos en su desarrollo o riesgos de padecerlos en el futuro y de ahí la necesidad de mejorar las instalaciones para poder dar una mejor calidad en los tratamientos.

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Así que desde mi más humilde posición, y ya que no os he vendido papeletas para el sorteo del sábado, porque sé lo que jode, y alguno de los que me lee quiere un calendario, pues no tiene nada más que ir a la tienda del Polaris de Baloncesto o a un partido y comprarlo, solo son 5€.

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Si tienes la inmensa suerte de conocerme, pídemelo que te lo haré llegar. Con esto no contribuiréis a que me suban el sueldo, que no estaría mal, pero por lo menos ayudamos a los niños.

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8. Momento en mi ciudad

Sin duda, una de las cosas que más me gusta de Murcia, es el magnífico paseo que tiene por el centro.

Ayer me mandaron un correo electrónico donde me ponía fotografías de los sitios más emblemáticos de nuestra ciudad y sin duda me pareció que no valoramos lo que tenemos.

Pero hay algo que me fascina hacer en mi ciudad y que en verdad hago muy poco, es sentarme en esa magnífica plaza de la Catedral en el “Café di Roma” o tomarme un chocolate caliente en “Valor” mientras contemplas la magnífica fachada que tienes ante ti.

Sin duda recomiendo ese momento a cualquiera.

7. Cansado de Villancicos

Entre el “Arre borriquito…” y el “Campana sobre campana…”,estoy empezando a tomarle manía a la Navidad… Si no fuera porque tengo un par de semanitas de vacaciones, no me gustarían ni lo más mínimo.

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¿Pero qué queda para que lleguen? ¿Dos semanas? Pues yo llevo escuchando villancicos un mes, por no decir cuando llega el verano y en vez de escuchar a los Beach Boys en mi centro de trabajo, me paso algún día que otro con la cantinela de “… yo me remendaba, yo me remendé…”

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¡Pues sí! En mi trabajo, a los chicos especiales a los que trato, les mola mogollón e incluso podría utilizar la frase un poco adaptada de “los villancicos amansan a las fieras” y cierto es. Si yo contara… Pero eso no quiere decir que a mí me tengan que gustar en todas las fechas del año y al final ha pasado lo que veía venir, les he cogido un poquitín de tirria.
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Supongo que como todos, he tenido mi villancico preferido. Para mi no hay otro como “Noche de Paz”, supongo que por su mensaje de paz y de amor. Gracias a Dios todavía no lo he aborrecido porque en ninguno de los CD’s que tenemos puesto día si y al otro también no lo han incluído.
Si prestas atención y te fijas un poquitín te das cuenta de la cantidad de versiones que hay de cada uno de los villancicos. Empezando por los clásicos de toda la vida, con la zambomba y la pandereta de fondo, para despues abrir la veda a todo tipo de estilos musicales para entonar una canción navideña.

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Todos hemos pedido alguna vez el aguinaldo entonando alguna de esas canciones con el instrumento en la mano y el desafino en nuestras voces. Recuerdo una vez que hasta aprendí con la guitarra “el mira como beben los peces…”, todo fuera por unas perrillas que nos aseguraban las “chuches” para las vacaciones.

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Ahora tenemos en la actualidad el hit discotequero del “Feliz Navidad…”, que allá por donde salgas en Nochebuena o Nochevieja te lo pinchan hasta la saciedad. Si vas a cinco bares, ya sabes, cinco veces que lo escuchas, eso si no lo utilizan como recurso de cada diez canciones que te pongo te pincho la versión inglesa para variar un ratico y así todos juntos como borregos poder decir aquello de “I wanna wish you a merry christmas…”
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Luego tenemos las versiones rumberas, las navidades cantadas por Micky y los suyos de la factoría Disney o las versiones más modernas de los chavales de OT. También como todos los años se encarga de recordarnos TVE podremos escuchar los clásicos villancicos cantados por Rafael y sus amigos, encabezado por el “Tamborilero”. Y por último recordar el gran CD navideño, que es el hit de donde trabajo, los Pitufos maquineros cantando villancicos. ¿Pero cómo le puede gustar a los chiquillos estas versiones?... ¡Qué espanto!
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Supongo que habrán muchísimas versiones e igual alguien de vosotros puede contar alguna más, yo mientras me seguiré quedando con el clásico “Noche de Paz”.
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6. ¿Cómo te despiertas?

Se ha acabado el puente y ya estamos de vuelta en el curro. La verdad es que no se lleva bien del todo. Que alguien me diga a que le gusta madrugar… y además para ir a currar, ya no me lo creo de nadie... aunque raros hay en todas partes.
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Enseguida nos acostumbramos a lo bueno y algunos que llevamos cuatro días sin trabajar pues hoy nos ha costado pegar el bote de la cama, pero con un sufrimiento, parece que no he madrugado en mi vida.
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Yo no sé como lo haréis vosotros para madrugar pero yo en cuanto suena el despertador pego un bote de la cama que parece que han toada diana en el cuartel. Es la única manera que he encontrado para no tirarme toda la mañana medio sobado. Hay que empezar el día con energía… y alegría, aunque eso se lo dejo a otros.
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Me he preocupado por ponerme el despertador del móvil con un sonido desagradable y me lo pongo bien lejos, así me aseguro que tengo que levantarme para apagarlo, porque como lo deje cerca lo apago y…ZZZZZ, a seguir durmiendo. Es la única manera posible de asegurar mi puntualidad y vitalidad el resto del día.
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Yo no puedo entender a aquellos que se ponen el despertador con una melodía suave, ellos dicen que es para tener mejor despertar, yo sinceramente lo único que conseguiría es seguir teniendo dulces sueños, así no conseguiría ni mover un dedico de la cama… con lo agustico que se está en invierno bajo el edredón de plumas.
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Luego hay algunos que se ponen el despertador un cuarto de hora antes de cuando les toca, porque así pueden aguantar un poquillo más en la cama. Se lo programan para que suene cada cinco minutos y así pues se auto engañan para dormir un poquito más, pero eso a mi nunca me ha ido porque me paso todo el día pensando en los cinco minutitos que eché de más… ¡al final llegué tarde al trabajo!
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También recuerdo que en mi época estudiantil del instituto la manera de despertar era muy diferente y supongo que ahora muchos también lo harán. Me ponía el despertador y aquello empezaba a sonar, pero como si estuviera sordo, porque ni puto caso y al final se despertaba toda la casa menos el interesado, así que volvíamos al método tradicional por excelencia… que me despierte mi madre.
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Supongo que cada uno se despertarás de una manera diferente y que habrá mil formas de hacerlo para que a uno le siente medio bien eso de madrugar, aunque sea para trabajar pero … ¿Cómo os despertáis vosotros?

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5. Loterías Navideña

Se acerca la navidad y una de las cosas que más rabia me da es la lotería de la Navidad. Parece que estamos obligados a comprar, aunque en el fondo lo hacemos con la ilusión de que nos vaya a tocar, pero año tras año nos quedamos sin premio.

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Yo todos los años dos meses ates ya estoy comprando décimos, es una locura. Que si los del trabajo, que si los del compañero del trabajo de no se qué, que si los del otro, la Cofradía, la otra Cofradía… ¡manda huevos! Si no gano para lotería.

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Una de las cosas que más me molesta es cuando me ofrecen lotería, siempre estás obligado a comprar, ¿y para qué? ¿Para gastar más? Ya podía haberse guardado la papeleta en el bolsillo el tío cabrón que me la ha ofrecido.

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Ahora he encontrado la manera de contrarrestar a los atrevidos que van ofreciendo con el talonario en mano, llevo el mío propio para ofrecer. ¿Quieres una papeleta? Y enseguida meto mi mano en la “maricona” y saco el mío ¿y tú de este? Es la mejor manera de joderlos, a ver que se piensan ellos, ¿que son los únicos?

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Hay algunos que le echan mucho morro, cuando te ven dudoso y con pocas ganas de comprar, van los tíos cabrones y te sueltan ¿pero has visto que número más bonito? Seguro que este toca… y ya te hacen una encerrona. Estás obligado a comprar la dichosa papeleta y seguro que aunque te devuelvan las perras, ya no la vas a volver a ver.

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Son muchas las papeletas en las que me ha tocado alguna perrilla y alguien se las ha quedado, porque yo no he visto un duro. En el cajón de mi escritorio las voy acumulando año tras año.
Todavía quedan unos 15 días para el sorteo navideño y yo ya llevo 8 décimos y unas tantas papeletas y porque he sabido decir que no, aunque ya me estoy arrepintiendo porque todos los números los he visto y lo peor que te puede pasar es que te ofrezcan algo y como toque, toda tu vida pensando lo cerquica que has estado.

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Pero creo que más cerca de lo que estuve el año pasado, no lo voy a estar por más que compre. Solo cambió por un número, el último, y lo más jodío es que se quedó perfecto para no ver ni un duro. no fue el anterior ni el posterior, si no dos número por encima. Está claro que a mi no me va a tocar… es que ni si quiera una pedrea, que por lo menos puedes recuperar algo.

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Que le vamos a hacer, como muy bien dice el nombre, esto es una lotería. Siempre nos quedará soñar con lo que haríamos, que eso lo solemos hacer todos.

4. Puente tranquilo

Menudo puente se avecina y yo con antibióticos por el dichoso tornillo en la boca.

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Ya quisiera pillar uno de estos todos los meses, así no los pillaríamos con tantas ganas, aunque estoy seguro que los disfrutaría igual.

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Para este fin de semana largo tenía planeadas muchas actividades, pero al final no se como quedará la cosa, depende de cómo esté mi cara de hinchada. Menos mal que hoy al despertar he visto que no había ido a más… pero tampoco a menos ¡qué le vamos a hacer!

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Habrá que aguantarse con lo que se pueda hacer, de momento viaje por Albarracín que me planteé, suspendido y un concierto de esta noche que tenía pensado ir, está en el aire. Espero recuperarme y poder disfrutar del directo de The New Pornographers. No todos los días grupos como estos pasan por Murcia. Las entradas las tengo solo tengo que decidir si voy.

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Mañana será otro día y veremos lo que hago, de momento solo me planteo descansar y dormir... que hace falta.

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Solo tengo otro plan asegurado para el puente. El viernes tendré que madrugar para esperar con ansia mi nuevo móvil, me han dicho que me lo traen esa mañana. Ayer me lo llevaron pero no estaba en casa y no me lo pudieron dejar. Si no ahora misma estaba probando las nuevas utilidades.

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Seguramente podré aprovechar que no puedo salir mucho para poner en orden la agenda de teléfonos, las melodías y entretenerme con el juego que lleve de casa el móvil.

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Resumiendo, me espera un fin de semana tranquilo, algo desde luego que no me esperaba cuando repasé el calendario laboral pero no se puede hacer otra cosa… ¿y tú que vas a hacer?

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3. Un clavo pa toda la vida

Maldita la hora que decidí ponerme un clavito en la boca… diría mas bien un clavo.
El jodío está agarrado a la mandíbula y me está haciendo una carnicería bucal. Si lo llego a saber no me pongo na.

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Ya puede quedar bien la cosa y dentro de cuatro meses tener mi boca luciendo su esplendor, aunque tengo otro huequecico por ahí pero creo que de momento na de na. Con lo que cuestan los dichosos implantes voy a tener que ir al banco a pedir un préstamo… por el momento ya me puedo ir olvidando de una casa nueva… ni vieja.

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La experiencia de encontrarte delante de un tío que te mira la boca es bastante desagradable, aunque más lo debería ser para él. Estar hurgando por los dientes del que tienes encima de esas sillas tan modernas no debe ser agradable, aunque si miran sus cuentas bancarias al final de mes, les cambia la cara. Estoy seguro de ello.

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Las magníficas sillas de tortura, que son para algunos, a mi me parecen una delicia. Como te descuides y tarde mucho en aparecer el dentista, yo siempre me quedo medio inconsciente, parece una anestesia natural, pero enseguida cuando encienden el foco que parece que me van a interrogar se me pasa todo. Mi cuerpo comienza a experimentar cambios bruscos y el caso es que nunca he sido yo miedoso a las agujas y estas cosas.

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Pero el lunes fue diferente, me iban a meter un clavo en la boca. Se pasa mal esperando. Luego, una vez que te ponen la anestesia, es un día más, sólo que al final parecía un mecánico atornillando y un albañil que se dedicó a rellenar huecos… ¡que tiricia!...

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Y aquí estoy dos días después maldiciendo al pobre dentista, que es amigo mío para más INRI. Con la doble cara que me sale por la parte inferior derecha de mi mandíbula igual no vuelvo más… seguro que se me pasa y no será para tanto cuando pueda presumir de dentadura.

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Ahora es cuando uno lo pasa mal… y a la hora de la comida sobretodo. Ver como todos se comen lo que hay en la mesa y yo con mi yogurt y el zumito todo el día. Pero todo llegará, el bocadillo de jamón serrano con tomate me lo comeré… aunque tenga que esperar una semana.

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Espero que no tengáis que tomar nunca una decisión como esta, pero cuando pasen unos meses os comentaré el resultado y seguramente ya no me acuerde de lo que padecí. Tengo que hacerme a la idea me va a acompañar el resto de mi vida y así podré comprobar si suena en el detector de los aeropuertos... ¿o es otro mito?

2. El último día

Quería escribir mi primer artículo de mi nuevo blog y no sabía como empezar y al final me pasa lo de siempre a última hora me he puesto a hacerlo, menos mal que hoy es fiesta en la localidad donde curro y puedo escribir a estas horas.
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Me ha pasado como al resto de los murcianos… bueno y como todos los españoles, me lo dejo todo para el último momento.
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Ayer lo pude comprobar, decidí pasar una mañana cultural, que para ser domingo y me plantee madrugar, ya tenía que tener interés por lo que iba a ver.
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Me levanté medianamente temprano y decidí acercarme al Museo de Bellas Artes, pero es que había una exposición que merecía la pena ver, “Retratos del Museo del Prado. De Goya a Sorolla” pero que casualidad, porque media Murcia estaba haciendo cola para entrar y reflexioné para mi, Murcia tiene gente interesada por el arte, ¿será así todos los domingos?… y luego recordé, es el último día.
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Entonces me di cuenta que todos son como yo, lleva la exposición abierta más de dos meses y esperamos al último día para ir a verla... ¡que casualidad!, pero todos los españoles somos así. O nos da por ir en comandita el primer día o el último, pero el resto de la exposición no va casi nadie, si no comprobar el día que se inauguró la nueva sala del Museo del Prado, seguro que este domingo no había esas largas colas.
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El problema es que esto nos pasa en todo, si no ¿cuántas veces habréis pensado a primeros de diciembre que vais a salir a comprar los regalos navideños? Yo lo digo todos los años y este año no va a ser menos, por eso aprovechando que ayer estaba todo abierto… bueno que abrió El Corte Inglés, decidí ir de compras navideñas.
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¡Qué coño! No compré nada para navidad, solo los regalos de mi hermano y mi cuñada para su cumpleaños, que es hoy y mañana ¡qué casualidad! Todo para el último día.
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Pero hay no queda todo, es que ya está aquí la navidad y lo sé porque las luces de la Gran Vía ya están encendidas, así que me podría dar prisa para ir a comprar ya, pero no hace falta, ¿para qué está el día 5 de enero? Las tiendas cierran a las 0:00, con más razón para dejar las cosas para el último día.
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Y luego llegan las rebajas y la primera imagen de los telediarios, un montón de gente como loca pisoteándose a la entrada de unos grandes centros comerciales, ¿para qué? Si al final terminamos volviendo el último día… ¿y tú?
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