29.1.10

Trastero


Siempre se ha dicho que los trasteros es un lugar donde siempre van entrando cosas y nunca sale nada. Cada ciertos años uno debe pasarse una mañana entera revisando para tirar todo lo que sobra y muchas veces ni acaba. Por eso yo me he planteado, por lo menos, tenerlo organizadico.

El fin de semana pasado me han puesto unas estanterías de madera para poder meter todo lo que quiera, al fin y al cabo seguirán siendo cosas que me estorban en casa pero que abajo parece que tendrán su utilidad, aunque sea cada muchos años. Es la gran mentira de las necesidades, porque dentro de unos años me pondré a reorganizar el trastero y me diré ¿para qué guarde esto? Seguramente mi mujer en eso momento lo tiraría pero para eso estoy yo para contestarle: “no lo sé, pero mientras lo averiguo lo tendré otros cinco años guardados”.

Para yo poder tirar algo, primero debe pasar por el trastero. No hay nada que se precie de una casa que vaya directamente al contenedor, si no que me lo digan a mi. En mis primeros 10 meses de vida en mi propia casa, ya he acumulado en mi trastero una mesa de escritorio que no la quiero para nada, 30 casetes antiguos que ya no tengo ni donde escucharlos, 7 o 8 cajas con chismecicos dentro traídos desde el hogar paterno, algunas cajas vacías de los pequeños electrodomésticos de la casa, que me pregunto para que las guardo, supongo que para que cuando se me rompa el microondas poder tirarlo en su caja bien embalada, porque para otra cosa no sé.

Menos mal que por lo menos ahora todo está bien ordenadico gracias a ferrenavarro, un artista, escultor y un polifacético diseñador de muebles, estanterías y de todo lo que se le ponga por delante, que me lo ha dejado al pelo.

22.1.10

Disco Grande: Parade

Cuando comienza el año nos solemos encontrar con listas de los mejores discos del pasado año y este no iba a ser menos. Por norma general nos podemos encontrar listas realizadas por personas en sus blogs, otras en páginas musicales y otras las realizadas por programas de televisión, revistas o radios según los críticos musicales que trabajan, pero eso siempre es relativo, depende de los gustos de cada uno de ellos.

Para mi gusto una de esas mejores listas y que ha dado a conocer la semana pasada en su programa de radio es la de Julio Ruiz en Disco Grande de radio3. Lo que me gusta de esta lista es que está realizada por los oyentes de su programa (todos con similares gustos musicales, por eso esta lista vale exclusivamente para sus oyentes) y la cual tomo yo de referencia para ver si coinciden conmigo.

Otra de las cosas buenas es que separa los discos nacionales de los de fuera de nuestras fronteras, al igual que elige la mejor canción española y extranjera. Además añade alguna categoría más como son el mejor directo y el supergrupo indie. Todo esto lo dio a conocer durante la semana pasada y esta en su programa de radio y puedes ver los resultados en su blog.

El caso es que como
mejor disco del año nacional han elegido el del yeclano Parade (Antonio Galván) y la verdad es que me da gusto que un murciano esté reconocido a nivel nacional dentro del mundo indie y por ello he querido hacer este post. Os dejo con una de sus canciones de “La fortaleza de la soledad” su último disco, aunque acaba de publicar un CD doble recopilatorio y con alguna rareza que se llama “Intonarumore”.




14.1.10

Máquina del parking


¿Para qué coño existen las monedas de 1 y 2 céntimos? Esa es la pregunta que me hago cada vez que meto el coche en el puto parking y siempre llego a la misma conclusión… para dar por culo.

Cuando me decido a sacar el coche del parking y me acerco al cajero automático para pagar, no se como lo hacen pero siempre me cuesta el pico suficiente para que me tengan que devolver monedas pequeñitas. Que si 2,26 euros, que si 3,12, siempre me marca los suficiente como para joderme. Allí que saco yo mi monedero para pagar y cuando decido empezar a limpiar las cientos de momedas de 1 y 2 céntimos que se me han ido acumulando a lo largo de muchos estacionamientos privados, es entonces el momento de acordarme del inventor de estas maravillosas máquinas de cobrarme la estancia.


Antes de pagar, siempre miro la máquina por si algún día me encuentro el cartelito de “acepta monedas de 1 y 2 céntimos” pero de momento no es el caso, y entonces me pregunto ¿por qué marcan las tarifas los jodíos picos? Y lo que es peor de todo, ¿por qué coño a mi no me dejan meter las monedas pequeñas para pagar y sin embargo ellas si me las devuelven? Algún día pillaré al cabrón que las ha metido dentro y le voy a preguntar como lo ha hecho para poder quitármelas yo de en medio.

7.1.10

93. Despedida navideña


Con el nuevo año me he propuesto retomar el blog, aunque sea solo una vez por semana como mínimo. Tengo ganas de volver a escribir unas líneas semanales para contar lo que me plazca, colocar algunas fotografías de mis viajes o algún que otro video musical que me parezca interesante. Aire fresco para el círculo de mauri.
La Navidad ha pasado y como un vendaval me ha dejado secuelas severas, en el bolsillo y en el estómago. Aquí estoy en casa padeciendo una gastroenteritis vírica que apareció en la noche de reyes y que no me extrañaría que los camellos reales hubieran salido huyendo tras llegar a la puerta de mi casa y oír desde dentro el rugir de un león toda la noche. Hay que ver lo mal que lo pasa uno cuando en vez de dormir estoy con la cabeza dentro del retrete. Ha sido mi primer año sin roscón y sin despedida navideña.
Me había propuesto como todos los años un régimen tras la Navidad y esta vez se adelantó un día. No he tenido ese atracón a roscones familiares que comenzaba en la tarde del cinco y finalizaba el seis por noche, y si todavía sobraba un poco el siete por la mañana te quedaba para desayunar.
Este año sin roscón y con el vaciado de limpieza en el que me siento sumergido en mis primeras horas de régimen habré perdido un par de kilos, que no son mucho teniendo en cuenta los que me sobran, pero para ser un comienzo obligado no me viene mal.
Todavía tengo en mente que me merezco la despedida navideña que no he tenido y así dar la bienvenida al régimen como Dios manda, tiempo al tiempo.