22.11.10

Vinos y comida por Jumilla


Ayer domingo pasé un buen día con amigos por Jumilla. Hicimos una visita a una bodega de la tierra, Bodegas Silvano García, y tras dar un pequeño paseo por las instalaciones y atender a las explicaciones del proceso de elaboración del vino realizamos una pequeña cata de 5 vinos.

Antes de probarlos, tuvimos una pequeña muestra de cata con expliaciones. A partir de ahora puedo fardar cada vez que vaya a comer por ahí y pida el vino. Ya sé como hay que ver el color, la lágrima, el olor y por último el sabor. Total para luego poder decir si me gusta o no, que al fin y al cabo es lo que importa, para darle la nota ya están los expertos.

Probamos tres vinos Viña Honda, uno joven, un crianza y un reserva, y la verdad es que hubo de todo. El joven no me convenció, el crianza, después de airearlo entraba mejor y por último el reserva que me gustó bastante aunque era bastante fuerte para mí, pues no soy un gran bebedor de vino. Luego pasamos a los vinos dulces Silvano García, el Monastrell y el Moscatel, este era el plato fuerte de esta bodega y se quedó para el final. Este ya no defraudó, es un buen vino dulce, para mi gusto más el Monastrell que el Moscatel, pero estaban buenos los dos, todas estas catas acompañadas de unas patatas, cascarujas y unos trocitos de salchicha y chorizo. La verdad que por cinco euros, estuvo todo muy bien.

Ya os podéis imaginar que salimos de allí todos un poco puestos con tanta mezcla de vinos y como buenos murcianos no dejábamos ni gota en las copas. Eso de catar y tirar no va con nosotros, lo que me pusieron en la copa me lo bebí, así que si me descuido salgo a cuatro patas.

Para acabar el día nos fuimos a comer al Restaurante Loreto un buen menú degustación. Buena comida y calidad precio increíble. Un casón en el casco antiguo de Jumilla reconvertido a restaurante, con pequeños salones repartidos en cuatro habitaciones de la casa decorada como antaño. Si vas a Jumilla es un buen sitio para comer.


11.11.10

La espera

Cuando nos venimos a dar cuenta tenemos cerca la Navidad y yo sin comprar ni un regalo. Todos los años me propongo lo mismo por estas fechas, empezar a salir a ojear cuales son los buenos regalos para estos Reyes y con tiempo hacer esas compras para que el día 5 de Enero no tenga que salir corriendo.

Este año además lo tengo jodío. Como no lo haga ya, veremos si la familia no se queda si su regalito. Con el nuevo inquilino de la casa que llegará un poquito antes de Papá Noel poco voy a poder salir… ni dormir.


Estoy en esa fase de preparación ante el nacimiento inminente de la criatura (como diría la exministra de Igual-dá). Uno tiene ganas de que pasen los nueve meses para tenerlo en brazos, es mucho tiempo para prepararme y creo que es ahora cuando uno se empieza a poner nervioso, sobretodo cuando ves que la casa está siendo invadida por todos los artículos para bebé que hay en el mercado. Un día de estos un peluche me quita mi sitio en la cama.

Si no escribo tanto es porque el tiempo me tiene absorbido el cerebro y la imaginación se reduce a chupetes, pañales, carricoche, bañera, ropita… y un largo número artículos de puericultura que te recomiendan todas las revistas. Por no hablar del sinfín de libros recomendados para cuando llora, para dormir, para entretenerlo, para el pecho..., menos mal que la lectura no se me da bien.


Cada día que pasa, la espera se reduce y aumenta las ganas de que llegue el día para salir corriendo al hospital para tener a mi nuevo zagalico murciano en casa.