30.4.09

87. Viaje en bus.

Eso de coger el autobús nunca ha ido conmigo, cuando iba del Infante al Corte Inglés me mareaba. Que no puedo con los frenazos y acelerones, que parece que te vas a dar con el asiento de adelante y vas a dejar incrustados los dientes en el respaldo para el recuerdo.
Ayer tuve que coger mi primer bus La Alberca- Murcia pero fue otra cosa, debe ser que me lo tomé con otra filosofía, ya estaba meditando desde la noche anterior que lo iba a coger y como lo iba a hacer.
Lo primero que hice fue echarme al bolsillo mi Ipod Touch, compradico en mi viaje a Nueva York. Dicen que todo el que se va a tierras americanas se tiene que venir con alguna compra de electrónica y ahora si quieres te puedes traer de propina la gripe porcina, que hay que ver la que se está liando en el mundo entero, me van a dejar de gustar los cerdos. Del cerdo se aprovecha todo y ahora incluso la gripe, hay que joderse.
Volviendo al tema, me puse el último disco que me había bajado, con canciones verdaderamente rallantes de Tiga y ahí me planté en el bus, me senté tranquilamente en uno de esos asientos en los que estás solo y a desarrollar la imaginación en esos 20 minutos de trayecto. Yo pensaba que era el protagonista de un videoclip musical del mismísimo Tiga. La música al volumen adecuado y la verdad es que no se escuchaba nada que no fuera la elctrónica de Ciao! (nombre del disco) y para eso solo me quedaba mirar a la cara de las personas, sus gestos y tienes esa sensación de evasión de la realidad estando tan rodeado de gente.
Te puede dar por pensar o simplemente contemplar, un poco de vouyerismo latbusero tampoco viene mal para la vida desenfrenada que suelo llevar. Fue un viaje más que interesante y conseguí no marearme a pesar de tanto bachecito, frenazos, acelerones y aguantar ese olor tan peculiar de los autobuses en general, supongo que repetiré, no fue para tanto.




P.D. Mañana empieza el S.O.S 4.8, si alguien me busca por allí estaré.

14.4.09

86. Semana Santa y bando.

Cuanto tiempo sin escribir y hoy el día del bando, que mejor día para retomar el blog, auque sea con más pena que gloria y para resumir un poco lo que pasó y pasará, ya tendré tiempo para contar mi aventura americana.
El día de bando para algunos, porque aquí desde mi trabajo voy a disfrutar poco. Con lo que me gustan a mi lo lomos, sobrasadas, salchichas, morcillas,... de este día tan loco que tiene Murcia. Loco porque se empieza bien temprano y se acaba bien tarde, como cuando uno es joven, pero cambiando el parque por la plaza de las flores, los bocatas de prisa y corriendo por las barracas, la siesta en el parque, por un paseo por Gran Vía para disfrutar del desfile. Todo cambia con los años y yo este año en el trabajo, también lo va a cambiar.
Empecé ayer después de unas largas vacaciones, que empezaron siendo muy felices y ahora también lo son, pero de otra manera. Hoy me tocaba trabajar.
Con que cara llega uno y tras tres semanas y media de descanso matrimonial se pide un día de asuntos propios, así que este año desde mi casa y por la tele, cuando salga del centro, disfrutaré del bando de otra manera.

Todavía tengo cansancio de esta Semana Santa pasada que fue bastante intensa para mi, en todos los sentidos. Disfruté con las 4 procesiones en las que salí y no fueron cinco porque Dios no quiso, nunca mejor dicho. Con la penitencia y la pena por dentro, supe valorar cada paso dentro de la procesión, cada instante junto al Cristo, cada peso en los hombros y el dolor en mis pies descalzos de lo que me había dado Dios y de lo que le quedaba por mostrarme. Por eso las fiestas de primavera este año las añoraré desde la distancia aunque esté en la mismísima Murcia, me quedo con la Semana Santa pasada, seguro que no la olvidaré.

Foto: Cartel anunciador de la Semana Santa de la Alberca. Foto de mi amigo Nestor Lisón, magnífico cartel.