Cinco días sin escribir y parecen un mundo, supongo que será algún efecto secundario del vuelo en avión o simplemente que no me quedaban fuerzas del fin de semana. Anduve por tierras gallegas, para ser más exacto por A Coruña, como dicen los naturales de allí cuando no dudan… Fue un fin de semana básicamente de comer y beber, aunque hubo algún que otro ratico para disfrutar de la Torre de Hércules, paseo marítimo, la plaza de María Pita, disfrutar de las calles del centro, tomar pulpico gallego y degustar los magníficos platos de Contrapunto.
Contrapunto es un restaurante coruñés del que os daré buena nota en un post que estoy preparando. Solo os digo que si estáis por allí, no perdáis la oportunidad de ir a cenar.
Lo que yo me pregunto es ¿cómo se puede comer tanto en tan solo 40 horas? Nosotros seguimos a rajatabla la primera regla de los regimenes, ya sea Naturhouse, CEOME, o la dietista de debajo de mi casa, hay que hacer las cinco comidas al día y doy fe de que las hicimos.
No hay nada mejor que volver a casa de fiesta con hambre e ir acompañado de un primo cocinero. Tras una noche de marcha suelo llegar a casa bastante hambriento, pero normalmente uno abre el frigorífico, pilla lo primero que ve y a la cama. Pero allí en la Coruña todo era diferente, que si sacas el pan, lo pones a tostar, un tomatico por allí, el aceite, el jamón, la salchicha y sobretodo, saber manejar bien un cuchillo… y todo sabía diferente, había pasado una hora desde que había llegado a casa y cuando uno se dispone a dormir, lo hace de mejor manera.
Yo sé de alguno que en plena madrugada se han puesto a hacerse una paella o como yo, que me he hecho unos buen bocadillico de lomo con queso, tomate y mayonesa e incluso alguno de bacon con Ketchup. Siempre mejor eso que una porción de pizza que te cuestan un cojón para luego no saborearlas.
A algunos les van los Kebabs que están tanto de moda pero a mi eso no me entra ni a la de tres. No me gusta la lechuga, la salsa del yogurt me da náuseas y para comerme esa carne, prefiero hacerme un buen lomo al llegar a casa.
Pero el problema aparece si llegas a casa y te encuentras la nevera vacía, es ahí cuando me acuerda de la mísera porción que dejé escapar.¿Qué comes cuando llegas de fiesta?
