15.2.10

Cosas de casa I: Lavadora

La limpieza en la casa tiene su rollo. Lo estoy aprendiendo a marchas forzadas o a gritos según el día. Barrer, fregar, quitar el polvo… y a lo que toca hoy, poner lavadoras. Que uno cuando estaba en casa pensaba que las cosas llegaban limpias al cajón del armario ellas solitas. Cuando te venías a dar cuenta, te levantabas de la cama y en el suelo amanecía la ropa del día anterior y a eso de un par de días la encontrabas en el armario, limpia y bien dobladita. Yo me imaginaba que duendes no existían para los menesteres hogareños pero si una madre maravillosa que valía más que cien mil duendes, pero eso se ha acabado y ahora de vez en cuando, tampoco hay por qué mentir, toca apencar.

La teoría me la tengo que saber, porque a uno le dan el típico curso antes de entrar a trabajar en una fábrica y te explican el trabajo a desempeñar y el conocimiento de la máquina, pues cuando te mudas a vivir con la pareja es lo mismo. Ellas lo llevan aprendido de casa, suelen asesorarse antes de dejar su hogar familiar, y nosotros tenemos que tomar una clase nada más aterrizar del viaje de novios. No te da tiempo a disfrutar del primer día en tu nueva casa porque nada más llegar pones la primera lavadora.


Existe una cadena de manufacturado que no se me debe olvidar desde el primer día de convivencia si no quieres oír a la jefa gritar, si no un día te sienta en el despacho y te despide sin parpadear. Hay que trabajar como las manos de un robot en una cadena de montaje de un coche, no se permiten fallos. Esto va por fases:
Fase I: Mi mano coge ropa del suelo.
Fase II: La transporta al cubo de la ropa sucia.
Fase III: Cubo de la ropa sucia se transporta a la galería.
Fase IV: Única fase en la que el error humano se puede hacer patente. Separar la ropa de color de la blanca e introducirlas en la lavadora en tandas diferentes. Es aquí donde entra la pregunta del millón para un hombre ante esta situación, ¿los calzoncillos de color gris, con quién coño se lavaban? ¿ color o blanca? Pasada esta fase de incertidumbre, añades el gel y el suavizante cuando adivines donde hay que ponerlo y le das al botón de comenzar, por supuesto la rula que indica el tipo de lavado no tocarla no vayas a cagarla.
Fase V: Sacar la ropica y a tenderla.
Fase VI: Una vez seca, si se seca algún día, siempre la noto un poquito húmeda, la recoges.
Fase VII: Por último, toca separar lo que es para colgar, que para guardar en lo cajones y lo último que es para planchar, pero e
so ya forma parte de otra cadena de montaje hogareña.

Me he dado cuenta que una casa es como una fábrica de coches, hay cadenas de montaje de diferentes cosas, pero al final consiste en que el coche (casa) esté acabado en prefectas condiciones para la revisión de la jefa.

9 comentarios:

Pepito Grillo dijo...

Lavar, planchar, limpiar...Pero que perro eres. Si hubieras salido más de casa. Pero no te preocupes por gente como tú la gente como yo cuando sale de casa hace negocio (si, cuando he ido por ahí de concentraciones cobraba por planchar la ropa de los demás pero es lo que tiene la necesidad, que crea empleos xD).
Nada, tranquilo que poco a poco le irás cojiendo el truquillo y el dia que te equivoques si la jefa quiere bronca dile que cambie la bombilla de la lámpara y verás como te deja tranquilo (a menos que sea de esas jefas que encima tu cambias las bombillas y por chulo lavadora y a planchar...)

El Circulo de Mauri dijo...

Esa es una manera rápida de salir al paso, pero me veo fundiendo bombillas dia si y dia también para tenerlo como excusa.
Menos mal que se da poco esto de poner lavadoras, aunque esta tarde creo que me toca poner una. Espero que me hayan dejado el manual encima de la mesa...

Pepito Grillo dijo...

Mientras no vayas a escondidas a que la competencia (vease la madre de uno) te ayude con esas lavadoras como uno que yo me sé (no doy nombres por si algún día lee esto) siempre puedes aflojar las bombillas, no hay por que fundirlas xD

silvia dijo...

Anda, no te quejes tanto que te conozco muy bien y no será para tanto.

Antón Lagunilla dijo...

Veo con agrado que progresas adecuadamente, y con método, lo que está muy bien. A mi la lavadora y la plancha siempre se me han dado fatal, es algo que supera con mucho mis facultades físicas y mentales, y la parienta hace años que me dejó por imposible, relegándome a tareas más sencillas, como la compra semanal, la comida diaria, el fregado de platos y ollas, cuidar las plantas y los gatos, llevar el coche al taller, y cosas así. Por lo que le estoy eternamente agradecido.

De todos modos, tendrás que reconocer que poner la lavadora son cinco o seis minutos, y tender poco más. A mí lo duro siempre me ha parecido la plancha, sobre todo en verano, y eso que hice una vez un cursillo que se llamaba "La plancha, esa desconocida". Y también es duro lo del aspirador y la fregona. Y no digamos lo del andavéytraete.
Saludos.

Ternurica dijo...

Se te queda la ropa humeda??? pero le pones a la lavadora la centrifugadora?? jejeje.

Mira este video, creo que te va a venir genial jaja.

http://www.youtube.com/watch?v=yQqBTCuPrfo&feature=player_embedded

Antonio Rentero dijo...

Pues a mi me encanta poner la lavadora, la secadora, tender la ropa en la cuerda... y pq en la casa donde vivo ahora no tengo lavavajillas, pero en la casa donde vivía antes sí tuve y no solo es que me lo pasaba bien poniéndolo, es que como buen campeón de Tetris lograba optimizar el espacio con resultados asombrosos en un solo ciclo de lavado.

Eso sí, confieso que ODIO planchar (aunque plancho en 5 minutos de reloj unas camisas que quedan de perlas), por lo que he aprendido a tender polos y camistas de forma que quedan sin arrugas ;-)

silvia dijo...

Oye, ¿para cuándo "cosas de casa II"?

El Circulo de Mauri dijo...

Estoy meditándolo, pero es que ando algo liado y últimamente mis funciones han quedado bastante reducidas.