28.5.08

50. Un fisioterapeuta en el fisio

Tiempo sin escribir, sin aparecer. Mi vida está en paréntesis, es intermitente y la verdad es que no encuentro tiempo para unas líneas, ni nada que decir en ellas, quizás sea por las fuerzas que pierdo tarde tras tarde en el fisio.

Por si nunca lo he dicho, yo soy fisioterapeuta, pero no sabía lo que era en mis propias carnes o por lo menos no lo recordaba desde mi infancia. Un verano, hace años, tuve que ir a rehabilitación por problemas que ahora están superados pero que marcaron en mi lo que soy ahora, un fisioterapeuta.

Ahora me toca a mí sentarme cuando uno llega a la clínica y esperar mi turno a que me pongan corrientes para potenciar mi musculatura. Luego, ejercicios que podría hacer en casa y la verdad que los hice desde el mismo momento que echaba la anestesia, pero como todo ciudadano, en casa uno termina no haciendo nada y no iba yo a ser menos.

Para terminar y tras 45 o 50 minutos -el mejor de los días- de ejercicios, corrientes, miradas al techo, conversaciones varias con fisios y pacientes de toda índole, llega el momento de sufrir. Ahora entiendo yo cuando me dicen que le duele cuando estiro los músculos de alguno de mis zagalillos o en alguno de esos masajes para suavizar contracturas hay que apretar un poquillo más. Por eso ahora cuando me mueven la rodilla, no abro ni la boca, no vaya yo a ser un mal paciente.

Debido a mi trabajo que poco tiene que ver con el que se realiza en una clínica, no recordaba yo esos ritmos frenéticos de trabajo, de pacientes, de historias personales que invaden las cabezas de los fisios que allí están. Mis compañeros, como los trato yo, tratan unos 350 pacientes en total en toda la clínica durante todo el día ... ¡qué estrés! Por eso yo prefiero hacer mis tratamientos a domicilio particulares por las tardes y por las mañanas dedicarme a mi trabajo con los discapacitados, que es lo que me llena más todos los días. No lo había pensado, pero quizás podía utilizar mi espacio para ofrecer mis servicios a domicilio, pero solo de fisio ... Igual un día cuelgo en el lateral mi tarjeta particular.

Tengo que reconocer que me gustan lasas conversaciones de problemas físicos con el de la silla de al lado en la clínica y sobretodo, me gusta volver a pensar en terapias de rehabilitación diferentes a las que yo trabajo habitualmente. Está siendo un buen refresco de conocimientos, algunos de ellos olvidados en algún rincón de mi cerebro y que ahora vuelven a estar frescos, como si hubiera salido de la facultad hace unos días.

Y aquí desde mi rincón, mientras he escrito estas líneas estoy escuchando el nuevo y tercer disco de Ellos “Qué fue de Ellos”, que tras muchos problemas y un largo paréntesis desde su segundo disco ha visto la luz, lo recomiendo.

2 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Recuperate pronto, y no dudes en lo del autobombo, que sirva el blog para ganar unas perricas, hombre, que esta la cosa mu achucha y mas ahora que eres un hipotecado mas y que el Euribor esta que se sale, el muy cabr...

En cuanto te pongas tu propio banner anunciandote, por cierto, que sepas que lo incluire yo en mi blog a ver si salimos de pobres.

Un abrazo muy fuerte.

Ternurica dijo...

Nene como estas???? cuanto tiempo. A ver si vas actualizando!!! (aunque mejor no digo na, que yo llevo ya mas de un mes sin actualizar jaja)