12.2.08

28. Cosas que pasan

Tres días es lo que me ha durado el coche limpio. Meses sin ir al lavadero y maldita la hora en que se me ocurrió llevar el coche este sábado a limpiarlo… por fuera, para lo de dentro quedan meses aun.

En mi caso por lo menos es cierto el dicho popular. Cuando lavo el coche a los pocos días, si no el mismo, cae la lluvia que tanto ansiamos en Murcia y precisamente no es de esa limpia. Son las cuatro gotas de tierra que te dejan el coche para otro lavado… en mi caso pasarán meses para llevarlo a cabo.

Acabo de mirar por la ventana del trabajo y ha empezado a llover y mi SEAT Ibiza blanco está comenzando a cambiar de color, ya es casi marrón. Voy a empezar a plantearme pedir unas perrillas a la Comunidad Autónoma para que lave el coche y así podremos tener AGUA PARA TODOS. Conmigo esta estrategia para conseguir agua no falla.

Son cosas de la vida que pasan y no te la explicas, al no ser que utilicemos algunas de las teorías de las famosas leyes de Murphy.

Son cosas que pasan como cuando no quieres ver a alguien y te lo encuentras al doblar la esquina o en estas mañanas que para venir a trabajar voy por la autovía subiendo el famoso puerto de cadena en obras perpetuas y cambio de carril pensando que voy a ir más deprisa y de repente se frena en seco y me pasan cientos de coches que llevaba detrás. Son cosas que dan rabia y que seguro que también os pasan a vosotros.

Como ya me veía venir, mientras escribía ha dejado de llover y ha pasado lo que decía más arriba, cuatro gotas para joderme por los cinco euros que me gasté el sábado.

Son cosas que pasan...

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