4.2.08

26. Los Goya

Yo siempre he sido de cine español, de esos que se tragaban hasta las películas de Esteso y Pajares cuando cumplí cierta edad para ver las “teticas suecas” del cine que se había hecho hasta que yo nací. Por no hablar de “Los Santos Inocentes” o “Viridiana”, que eso si que era buen cine español y no lo de ahora.

En la actualidad de cada 10 películas españolas, solo unas dos merecen la pena, alguna sale entretenida y la mayoría unas auténticas basuras, pero que le vamos a hacer, habrá que apoyar el cine español, total las americanadas como “Rambo” para mi gusto no superan para nada lo que se hace aquí.

Ayer sin embargo acudimos a la cita anual de los Goya y tuve la paciencia de ver un ratito, porque cada vez han sido peores las galas, por no decir patéticas como la de hace un par de años.

Se han convertido en el lugar donde los actores se han permitido el lujo de criticar o politizar desde su punto de vista la gala de los premios, siempre intentando buscar el aplauso fácil o para revindicar más dinero para el cine que se hace aquí.
Yo empezaría porque hicieran una autocrítica y pensaran primero si en España se hace buen cine como para malgastar el dinero de los españoles en películas que verdaderamente no merecen la pena, prefiero que me suban mi sueldo para poder comprarme una casa, que falta me hace.

En el tiempo que pude ver la gala de anoche, lo único que valió la pena es ver a ese pedazo de actor que es Alfredo Landa recoger su Goya de honor. El tío no podía mediar palabra, llegó un momento en el que me dio una auténtica pena, pero supo sobreponerse y despedirse con un fuerte gracias.

Otra cosa fue contemplar como el documental “Invisibles” se llevó el premio de la academia y ver como Fernando León y la presidenta de Médicos sin Fronteras se lo dedicaban a a las personas que trabajan por mejorar la salud de los “Invisibles”, personas que podemos encontrar por muchas partes del mundo y a las que va dedicadas el documental.

Sin embargo también pude observar como Corbacho, tío que me parece gracioso, dejó en ridículo en un par de ocasiones a la pobre Belén Rueda, que bastante tenía con no ganar el Goya. O ver a Santiago Segura entregando el premio al Director Novel, al cual me parece que desprestigió con su comentario absurdo respecto a los nominados frente al premiado, instantes antes de anunciar al ganador.

Y para colofón voy esta mañana y me despierto con la noticia de que el Goya a la mejor película se lo dan a “La Soledad”, incluido el premio al mejor director a Jaime Rosales y entonces yo me hago la pregunta que seguro muchos se harán, ¿por qué coño envían a los Oscar a “El Orfanato si no es la mejor película? Lo peor de todo es que no es la primera vez que pasa, pero que le vamos a hacer si España es así.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No todo el cine americano son bodrios como Rambo. Ahí están Casablanca, Ciudadano Kane, Solo ante el peligro, Con faldas y a lo loco o, más recientemente, Alien, Cartas desde Iwo-jima, Zodiac, o Macht point, por citar algunas (la lista sería bastante larga).

No he visto La Soledad, de Jaime Rosales, pero El Orfanato, salvo el trabajo de Belén Rueda, me pareció infumable. Y la cosecha del cine español del pasado año es más bien pobretona y penosa, con muy pocas excepciones.

El problema del cine español (o uno de ellos) es su dependencia de la sopa boba de las subvenciones y la ausencia de un tejido industrial cinematográfico serio y con ideas. Pero, sobre todo, la pobreza creativa. O se hacen pelis de miedo, con abundantes efectos sonoros y trucos visuales para que saltes en la butaca (El Orfanato), o pelis simpatiquillas con personajes tontos y sin más interés que la anécdota trivial (Al otro lado de la cama), o pelis de mensaje pretendidamente progre, sin apenas matices (Las 13 rosas, Salvador). Las únicas que, en mi opinión, se libran de la quema, son aquellas que, a fuerza de sensibilidad e inteligencia, saben contar alguna historia real, dura pero también esperanzada, como Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Solas, o (en otra mirada), Alatriste (lo siento, no me gusta Almodovar).

Pero en los últimos treinta años, nada, ni de lejos, parecido a Viridiana o a El verdugo. Una pena.

Néstor Lisón dijo...

Mauri. Lo peor de todo fue ve a un actor españolito subido al estrado llamado Albertito San Juan pidiendo "la disolución de esa cosa llamada Conferencia Episcopal". Es cita textual. Ya se sabe que el anticlericalismo está de moda y da puntos. Y a González-Sinde, la presidenta, defendiendo el canon digital. Pues ahora voy yo y sin ser obispo pido la disolución de la Academia del cine español y la retirada de la millonaria subvención que todos los españoles damos a "nuestro cine" para que afloren bodrios a mansalva.¡Ea!

Néstor Lisón dijo...

Por cierto, totalmente de acuerdo con Antón.