Desde que tengo casa me doy cuenta de lo que jode que se te manche la pared. Ahora es cuando me acuerdo de las famosas frases de los padres…”echa el sofá hacia delante que está dando en la pared”.Mi casa está casi vacía, pero con los sofás del salón ya tengo suficiente para estar nervioso el poco tiempo que paso allí. Siempre pendiente de que el polvo no me manche mi pared blanca inmaculada y además lisa, que según dicen los expertos en casas, eso es de calidad. Y yo que pensaba que como el gotelé nada nada, ¡que ingenuo!
Ahora me paso el tiempo que estoy en mi casa alberqueña pendiente de la jodida combinación, “polvo, sofá y pared”. Eso es igual a mancha segura y ya tengo más de una. Menos mal que me han dicho que se van con una toallita húmeda. No sabría que sería de mi, si esas manchas perduranan dentro de un año más o menos, que es cuando pienso emigrar allí.
Me he vuelto un maniático de la limpieza, bueno tampoco hace falta mentir. Que tenga una pequeña manchita en la pared tampoco es para salir corriendo a limpiar la casa entera. Aunque no lo voy a decir muy alto, que igual me veo este fin de semana pasando la fregona y la aspiradora por los armarios.
Mientras espero que lleguen estos momentos intensos de fin de semana en cuanto a limpieza se refiere, esta noche me voy de excursión a Elche al concierto de La Casa Azul. Por cierto, ¿os suenan de algo?
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