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Entras a un local en un día como el de ayer y te das cuenta de toda la clase de personajes que nos solemos reunir para ver el partido del siglo, que a este ritmo y a dos por año van a ser mínimo 200.
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Primero siempre estamos los del montón, los que nos unimos juntos en la barra con un buen taburete y con una cervecita tras otra como ayuda para comentar el partido con el más cercano y si es del mismo equipo que tú, mejor que mejor. Pero conforme pasan los minutos y comenzamos a hacer de árbitros nos peleamos hasta con nuestro mejor amigo.
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Luego siempre está el típico pesao que en vez de beber cerveza, se toma una copa detrás de otra y su tono de voz comienza a ser muy desagradable. Lo protesta todo, lo pita todo y siempre muy imparcial. No se suele callar ni cuando le mete un trago a su quinto cubata y termina por desquiciar a todos los allí presentes, e incluso a los de su mismo equipo.
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Luego suelen salir los típicos respondones al pesao de antes, porque suelen llevar también alguna copita de más pero por lo menos no chillan. Se dedican a sacar los trapos sucios del equpio contrario, todo para justificar lo que su club está haciendo en el campo esa noche. Suelen comentar las faltas que no le pitan a los suyos con las que no le pitaban al Madrid en el Bernabeu, son creen que son un pozo de sabiduría.
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Si además echas la vista a alguna de las mesas, seguro que te encuentras a las típicas parejitas que van a ver el partido del siglo con los novios y allí están ellas, conversando sin hacer ni caso a lo que las otras cien personas están viendo con gran pasión. Los novios como siempre mirando fijamente a la pantalla. Yo creo que es en ese momento cuando la parienta nos saca todo lo que quiere, “¿mañana nos vamos de compras?” Y nosotros para que no molesten más “sí, sí, por supuesto” y seguimos a lo nuestro, ya llegará mañana y discutiremos.
Si además echas la vista a alguna de las mesas, seguro que te encuentras a las típicas parejitas que van a ver el partido del siglo con los novios y allí están ellas, conversando sin hacer ni caso a lo que las otras cien personas están viendo con gran pasión. Los novios como siempre mirando fijamente a la pantalla. Yo creo que es en ese momento cuando la parienta nos saca todo lo que quiere, “¿mañana nos vamos de compras?” Y nosotros para que no molesten más “sí, sí, por supuesto” y seguimos a lo nuestro, ya llegará mañana y discutiremos.
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Sin duda no hay nada como ver un derbi en el bar. Al final, como ayer ganamos con el golazo de la "Bestia" Batista todos tan contentos y el que no paró de gritar, se tuvo que marchar a su casa con la cabeza bien baja y seguramente hoy con una fuerte resaca.
.Sin duda no hay nada como ver un derbi en el bar. Al final, como ayer ganamos con el golazo de la "Bestia" Batista todos tan contentos y el que no paró de gritar, se tuvo que marchar a su casa con la cabeza bien baja y seguramente hoy con una fuerte resaca.
P.D. Feliz Nochebuena en familia y en compañía de los amigos.
1 comentario:
Partido mu malo, que gano el que entendio el partido y jugo a lo que habia que jugar, el barça bastante mal excepto el figura de Iniesta.
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